Tarta de Manzana al estilo Inglés

Asco de foto cortesía de mi cámara ¬¬

Llega el otoño y, con él, las ganas de volver a meterse en la cocina a reposterear. En todos los blogs y webs estadounidenses comienzan a aparecer recetas elaboradas con calabaza, típica del otoño en esa zona del mundo; y yo me dije: ¿por qué no estrenar el otoño en Niji Bakery con una de las frutas españolas por excelencia? Porque, por si no lo sabéis, que seguro que sí, España es uno de los principales países productores de manzanas del mundo. 

Así que, ¡tarta de manzana al canto! Eso sí, de estilo inglés.

Lo mejor de las manzanas es que casi cualquier variedad puede utilizarse para cocinar. Nosotras hemos elegido la clásica Golden, aunque también podéis emplear la Reineta o cualquier otra variedad que sea jugosa, crujiente y ácida.

Manzanas Golden

Ingredientes:

(Para un molde de tartaleta de aproximadamente 20 cm de diámetro)

Pasta quebrada: 

Podéis ver los ingredientes y la receta en nuestra sección de recetas básicas. Recordad que es cuestión de reducir o aumentar las proporciones según el tamaño del molde a cubrir. Pero si os sobra, no os preocupéis, se puede congelar y reutilizar ;)

Relleno:

• 2 manzanas reinetas
• 60 gr de azúcar blanco
• 60 gr de azúcar moreno
• 1 cucharada de harina
• ¼ de cucharadita de canela molida
• ¼ de cucharadita de nuez moscada molida
• ralladura de piel de medio limón o naranja
• ½ cucharada colmada de mantequilla 

Preparación:

1. Preparamos la pasta quebrada siguiendo las instrucciones que encontraréis aquí. Envolvemos la masa resultante en film y la guardamos en frío mientras preparamos el relleno. Entretanto, ponemos a precalentar el horno a 190 ºC.

2. Lavamos, pelamos y descorazonamos las manzanas. Las cortamos en rodajas finas y las conservamos en agua o zumo de limón para evitar que se oxiden. Debemos trabajar deprisa para que no se pongan feas, pero no os preocupéis si se oxidan un poquito, ¡las vamos a hornear y no se notará ;)!

3. Sacamos la pasta quebrada de la nevera y la dividimos en dos mitades. Volvemos a guardar una de ellas y estiramos la otra en un círculo fino (3-4 mm de espesor) para cubrir con ella el fondo y las paredes del molde, de forma que sobresalga un borde de un centímetro. Cortamos los sobrantes y los conservamos. 

¡Truco!
La pasta quebrada suele... en fin, quebrarse cuando intentas trabajar con ella, así que, para facilitar su laminado, podemos ponerla entre dos hojas de papel sulfurizado o de film transparente para alisarla con el rodillo sin correr el riesgo de que se nos desmenuce. Incluso podemos usar la hoja inferior después para colocar la lámina de pasta en el molde.

4. Distribuimos las rodajas de manzanas escurridas en el fondo del molde y espolvoreamos con una mezcla hecha con la harina, los dos tipos de azúcar, la canela y la nuez moscada, procurando que entre por todos los huecos. Espolvoreamos por encima con la ralladura de limón o naranja y distribuimos de forma homogénea la mantequilla cortada en taquitos.

5. Estiramos con el rodillo la otra mitad de la pasta y cubrimos con ella la tarta, procurando que no se rompa y sellándola bien por los bordes ayudándonos del centímetro de más que le dejamos a la pasta del fondo. Con los sobrantes que habíamos reservado podemos hacer unas decoraciones para nuestra tarta (como veis, a nosotras nos sobró más bien poco ^^).

6. Horneamos a 190 ºC durante 1 hora aproximadamente, procurando que no se tueste demasiado. ¡Y listo! ¡No os vais a creer lo riquísima que está!

De verdad que necesito una cámara nueva >_<

Consejo

Esta tarta se puede consumir en el momento o guardar en la nevera una vez fría e ir consumiéndola a lo largo de la semana. Se puede comer fría, pero lo ideal es calentarla un poquito en el microondas para "despertarle" todo el sabor y el aroma. ¡Está de muerte!