Ingredientes:
-220 gr. de harina
-Una pizca de sal
-80 gr. de mantequilla
-100 gr. de azúcar
-1 huevo
-1 cucharadita de
extracto de vainilla
-La ralladura de un
limón
En un bol mezclar la harina (mejor tamizada) con la sal, y
reservar.
En otro, trabajar juntas la mantequilla y el azúcar hasta
que la mezcla quede cremosa y de un color claro. Es más fácil si usamos una
batidora eléctrica con varillas, pero podéis también hacerlo a mano.
Añadimos el huevo hasta que esté incorporado, a continuación
añadimos también la vainilla, la ralladura de limón y dos cucharadas de limoncello.
Cuando esté todo incorporado, empezamos a añadir la harina
poco a poco, hasta que la masa empiece a formarse. Es una masa cremosa y no muy
compacta, no hay que trabajarla de más para que la galleta resultante no sea
muy dura.
Envolvemos la masa en un papel film y la refrigeramos
durante al menos dos horas para que sea más fácil trabajarla (o simplemente
posible, porque os habréis fijado ya en que es una masa muuuuy blandita.)
Precalentamos el horno a 180º y preparamos una bandeja de
horno con papel sulfurizado.
Cuando la masa esté ya lista, enharinamos bien una
superficie y extendemos la masa con un rodillo, dándole un espesor de medio
centímetro más o menos, y la cortamos con un cortapastas o simplemente con un
vaso. Si veis que está demasiado pegajosa añadidle harina gradualmente para
poder trabajarla, pero sin llegar a incorporar demasiada para que no se
convierta en una masa dura. La clave está en aprovechar cuando la masa está
fría para poder cortarla ;)
Colocamos las galletas en la bandeja y horneamos de 13 a 15
minutos. No es necesario que las galletas estén doradas, basta que estén hechas
por dentro. Podéis sacar una de prueba y partirla por la mitad para comprobar
que no está cruda en el interior. Se ve más claro cuando se ha enfriado un
poco.
PASO 2: EL GLASEADO
Ingredientes:
-190 gr. de azúcar
glacé
-6-7 cucharadas de
limoncello (a aumentar o disminuir según la textura)
-Colorantes
alimentarios, rojo y verde
-Chocolate de
cobertura (opcional)
Cuando las galletas se hayan enfriado podemos proceder a
decorarlas con la glasa. Para hacer la glasa mezclamos el azúcar glacé con el
limoncello hasta que tenga la textura adecuada, según la regla de los 10
segundos: con un cuchillo o cualquier otro utensilio hacemos un “corte” en la
superficie de la glasa, si el corte tarda en desaparecer unos 10 segundos
entonces tenemos una glasa de la consistencia adecuada. Si tarda menos es que
está demasiado aguada y cuando la apliquemos se derramará por los bordes de la
galleta, así que para corregirlo basta añadir azúcar glacé. Si por el contrario
está demasiado espesa, añadiremos un poco más de limoncello, siempre de forma
controlada.
Cuando la glasa esté lista la dividimos en tres recipientes
distintos y teñimos de rojo y de verde dos de las partes. Metemos la glasa de
cada color en su correspondiente manga pastelera para evitar que se quede seca
al contacto con el aire.
Para dibujar la bandera italiana primero delineamos el
círculo exterior y la separación de cada parte con la glasa blanca. Esperaremos
a que se seque, unos diez minutos, y continuaremos rellenando el interior de
blanco. También dejaremos que seque, esta vez al menos un cuarto de hora, ya
que es mayor la cantidad de glasa.
Cuando el blanco ya esté seco podemos rellenar los huecos de
verde y de rojo ¡recordad que el verde va en el lado izquierdo y el rojo en el
derecho! Jeje. Y para terminar podemos derretir un poco de chocolate negro y
con una boquilla del #1 escribimos el texto que queramos. Así quedaron las que
preparé para la fiesta de Navidad de la Escuela de Idiomas. Buon Natale a
tutti!
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