domingo, 4 de agosto de 2013

Galletas de Té de Rosa Mosqueta

El té es uno de nuestros ingredientes favoritos. Hay tantos sabores y variedades que se pueden usar para aromatizar galletas, bizcochos, glaseados... Se pueden usar en infusión o simplemente añadir las hojas picadas a la masa, y lo mejor de todo es que son ingredientes naturales, sin colorantes artificiales ni saborizantes extraños.

En esta ocasión, hemos usado un té de rosa mosqueta para dar sabor y textura a estas deliciosas galletas ideales para acompañar al té o al café... o para darnos un capricho en cualquier momento del día. No os podéis imaginar el aroma que desprenden cuando abres la lata... ¡hmmm! 



El té que hemos utilizado es una combinación de pétalos de rosa mosqueta, ibiscus y trocitos de fresa liofilizada, y en España se puede encontrar en casi cualquier supermercado. Como podéis apreciar en la foto, hemos usado las hojas picadas, sin infusionar. Es el calor del horneado lo que hace que el aroma y el sabor se desprendan y pasen a la galleta.
Le hemos borrado la marca, pero es evidente cuál es, ¿verdad? ;-)

Ingredientes (para aproximadamente dos docenas de galletas de unos 5 cm de diámetro)
  • 220 gr de harina de trigo
  • 2 cucharadas de hojas de té de rosa mosqueta (unas 8 bolsitas).
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 225 gr de mantequilla sin sal ablandada
  • 60 gr de azúcar glas (en esta ocasión, puede ser de elaboración casera)
  • 1 cucharada de agua de azahar o de ralladura de naranja en su defecto (opcional)


Preparación

1. En un cuenco grande, mezclar con varillas la harina, la sal y las hojas de té picadas (las que hemos usado nosotras vienen ya muy picadas, pero si es necesario, podéis pasarlas por un molinillo de café o similar para pulverizarlas). Reservar.

2. En otro cuenco y con la batidora eléctrica (accesorio de varillas) batir la mantequilla ablandada y cortada en trocitos con el azúcar y el agua de azahar (o la ralladura de naranja) a media potencia. Tiene que quedar una crema blanqueada y esponjosa.

3. Añadir poco a poco la mezcla de harina y té, amasando con las manos o con el accesorio de gancho a velocidad lenta hasta conseguir una masa blanda pero que no se pegue a los dedos. Si es necesario, añadir un poco más harina.

4. En este punto, tenemos dos opciones:

     a) Dividir la masa en dos porciones y formar dos cilindros de unos 5 cm de diámetro que envolveremos en film o papel vegetal y dejaremos refrigerar durante 1 hora. Pasado ese tiempo, cortar "rodajas" de 1/2 cm de grosor y colocar en una bandeja de horno con papel vegetal (separándolas un par de cm unas de otras) y volver a refrigerar unos 15 minutos. Esto ayuda a que las galletas no se deformen durante el horneado.

     b) Formar bolitas de masa con las manos y dar forma a galletas de 5 cm de diámetro y aproximadamente 1/2 cm de grosor. Colocar en una bandeja de horno con papel vegetal (separándolas un par de cm unas de otras) y refrigerar durante 1 hora aproximadamente. Esto ayuda a que las galletas no se deformen durante el horneado.

5. Mientras nuestras galletas se refrigeran, precalentamos el horno a 175 ºC. Una vez alcanzada la temperatura, sacamos la bandeja de galletas de la nevera y horneamos durante unos 15 minutos. Las galletas estarán listas cuando empiecen a tostarse por los bordes.

6. Sacar del horno y dejar enfriar 5 minutos en la bandeja antes de pasarlas a una rejilla para que terminen de enfriarse por completo. Podéis guardarlas en una lata o un envase hermético durante varios días, ¡pero procurad que estén totalmente frías antes de guardarlas o se ablandarán!

CONSEJO: Como decimos siempre, si solo tenéis una bandeja de horno y necesitáis utilizar más de una, esperad que se enfríe antes de poner la siguiente tanda de galletas, para que no empiecen a cocerse antes de tiempo.

¡Y ya está! Ahora una tacita de té, de café o simple vaso de leche y ¡a zampar!


1 comentario:

  1. que galletas mas deliciosas, no suelo ser muy de te, pero en galleta tiene que quedar genial

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