sábado, 13 de noviembre de 2010

Galletas de mantequilla

Galletas más básicas no las hay.


Son las típicas galletas para merendar o para desayuno, fáciles de hacer y multiusos, ya que podemos usarlas decoradas de mil formas distintas, rellenas de mermelada, cubiertas de chocolate y sobre todo ideales para practicar decoración con glaseado.

Ingredientes:

-300 gr. de harina
-130 gr. de azúcar
-110 gr. de mantequilla
-2 yemas de huevo

El proceso es bien sencillo. Aunque os sorprendería saber las veces que tengo que pelearme con esta masa.


¿Qué iba diciendo? Ah, sí. Primero ablandamos la mantequilla en un bol y la mezclamos con el azúcar. A continuación añadiremos las yemas de huevo (¡sólo las yemas! o tendréis sopa de mantequilla, a compensar con dos kilos de harina). Primero una y batimos, y repetimos el proceso con la siguiente. Tratad de eliminar los grumos que puedan formarse en la masa.



Ahora empezaremos a añadir la harina, poco a poco, al principio podemos remover con la cuchara o con el instrumento que estemos usando, y luego iremos trabajándola con las manos para que se compacte. Si no tenemos práctica al principio no es fácil, es un guarreteo, la masa puede quedar desmigajada e incorporar la harina puede costarnos un tiempo. Seguid amasando hasta que la masa quede compacta pero que sea algo grasa al tacto, que no quede seca del todo. La taparemos con un trapo y la dejaremos reposar unos 15 o 20 minutos.


Ya tenemos la masa lista. Para hacer las galletas sólo tenéis que extenderla con el rodillo sobre una superficie previamente enharinada. El grosor de las galletas podéis adecuarlo a vuestro gusto, si observáis la foto nuestra masa es finita, como de medio centímetro, luego tiende a crecer un poquito. Si la hacéis demasiado gruesa os va a costar muchos intentos pillar el punto al horno para evitar que queden crudas por el centro.


Ok, por último a cortar las galletas con el cortapastas que más os guste, ponedlas en la bandeja del horno sobre un papel sulfurizado y hornead unos 10 minutos a 180º (horno precalentado previamente). Deben dorarse muy poquito, o quedarán demasiado duras, con 10 minutos basta. 


En mi horno a veces las pongo muy bajas y las horneo 15 minutos, así evito que se tuesten, porque me gustan sin tostar, sobre todo cuando las uso para decorar con glasa. Probadlo.

Ya está, ahora pensad en qué vais a emplearlas, y no vale comérselas antes de terminar ¡que os veo!

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